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Parte 1

 Recuerdo correr, agitado por no recordar porque corría, sangre en mis manos temblorosas, las calles oscuras y un silencio sutil sobre las casas apagadas, los sueños flotando, como yo mientras corría aterrado de mi mismo, huyendo de todo lo que había hecho, como pude dañar algo que amaba, las lagrimas empezaron a brotar, no quería detenerlas, quería que saliera todo ese dolor que sentía en mi pecho, en mi ser.  Llegué después de un rato a mi departamento, me quite mi playera y limpie la sangre seca, recordando que es lo que había hecho, no puede ser verdad, pensaba, mientras sacaba mis llaves tembloroso, miré si nadie me seguía y cerré mientras me quitaba la ropa, necesitaba una ducha después de todo el esfuerzo que realicé, apenas pude ponerme ropa interior y me tiré en la cama, dejando morir en mi tantas cosas, el cansancio trajo al sueño y quede tumbado en esa habitación silenciosa. La luz que entraba por la ventana emanaba hacia mis ojos, haciéndome despertar, quería que lo que hab
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Recuerdo la oscuridad que viví ese día, recuerdo vestirme y sentir muchas cosas muriendo, mis ilusiones a futuros mejores, sentí la necesidad de terminar de matar todo lo que quedaba, recuerdo matar las veces que me juzgaron y atacaron sin poder defenderme, recuerdo las veces que amé en vano, que quise crecer en jardines desiertos y solo encontré eternos enajenamientos vacíos,  porque todo lo que se ama se pudre y desaparece. Entonces me sentí el velo de la ilusión de la vida, la fantasía que nos contamos al despertar y las razones porque andar sin percatando que sólo en la muerte uno puede ser inmortal, la muerte es un don para dejar todo aquello que ya no somos, en mi camino he dejado muchas cosas que amaba, que atesore día a día hasta que se hiciera polvo. Porque el odio nos encadena al otro, y yo no pretendo odiar ni quedarme con nada que ya no me sirva para la vida, porque el mundo cambia, y uno no, que irónica es la vida. Y entonces entendí que no había lugar donde ir, los cielos
Recuerdo los planes que tenía al saber que venías, las horas en las que imaginaba con alevosía  los reencuentros contigo, nunca me sentí más amado que estando en tus brazos,  creabas un  mundo tras otro  haciéndolo  cada vez mejor.  Los pocos días a tu lado le daban sentido a mis meses en tu ausencia. No pensé enamorarme hasta que lo hice,  de la distancia, de ti, de las horas a tu lado, de las risas, aprendizajes y tus caricias alrededor de mi. Llegó una pandemia que a muchos los hizo alejarse y a mí acercarme. Mis respiros eran los tuyos,  brincabamos celebrando la vida,  celebrando el amor con besos infinitos, con bailes de alegría. Fuimos adentrándonos uno a otro bailando en los rincones más oscuros de cada uno, sin miedo a nada con  la confianza eterna de la vida. Sin miedo a encontrar los demonios enjaulados en los recovecos que queremos olvidar.  Porque huyes del espejo que miraste, porque huyes de este baile infinito, ¿no encontraste el príncipe qu

¿Qué es el amor?

Me dijo, "Despacio, no tengas miedo" Andando en las sombras, perdí mi reflejo Es solo una imagen que vi en el espejo ¿Será algo que ya viví? Me fui construyendo, una herida en el cuerpo Que iba creciendo. Porter Creo que sentir amor es vibrar en el,  en la frecuencia correcta donde la esencia palpita al mismo unísono  aquella hermosa  melodía  que nos acompaña  a aquellos  oídos  que modifican cada parte de su ser. Creo que el amor parte de uno, en mirar  con  los ojos correctos, contemplar el amor de la creación, de la vida y la forma en que  compartimos  en este planeta, en este  universo  que nos  acompaña en la travesía  del ser humano. Creo que el amor se proyecta de un sin fin de  formas, el amor te permite amar. Amar es aceptar, admirar, agradecer al sentirte amado a sentirte dichoso de tener un ser que comparta contigo el vuelo de la vida. Amar es aceptar los errores de uno y transmutarlos. Amar aunque duela también es dejar ir. Amar y ser amado

mi vida en una ola constante que lleva y trae

Caminaba con el deseo de encontrar amor, caminé y en el sendero encontré uno o dos, o tal vez más de dos, seres que provocaron amor, deseo, amistad, anhelo, viajes y besos. Siempre dispuesto a amar, cómo aquel poeta que ama a cada cosa que vislumbra su vista, amando la vida, el camino, el sendero, las flores y las rocas con las que en ocasiones uno se tropieza. Llego una parte del camino donde apresurado buscaba en el cielo, en la tierra, en el fuego, dentro de los corazones rotos, heridos o simplemente indiferentes a mí o yo a ellos; amor, buscaba que me dieran el brebaje donde podría así yo sentir el amor, sin embargo no lo conseguí, muchas veces me sentí amado y muchas otras amé, hasta los huesos, hasta en las noches donde las conversaciones se volvían confesiones de anhelos, donde la luz de la vela iluminaba cuerpos semidesnudos, y yo queriendo devorar cuerpos, besas los labios que hablan del vuelo interminable, mi imaginación recorría siempre historias sin fin. ¿Quién soy? Yo